Bienaventurados los jóvenes, porque ellos heredarán la deuda nacional votos 0
El favoritismo nos grava más pesadamente que muchos millones de deuda. votos 0
No hay plazo que no llegue ni deuda que no se pague. votos 0
La muerte es la deuda que todos los hombres han de pagar. votos 0
Cuando alguien te da su confianza, siempre te quedas en deuda con él. votos 0
Que en amigotes de los que hay agora Ni deuda ni mujer está segura. votos 0
La muerte es una deuda; su mandamus vincula a todos por igual, sin derecho a fianza, sin excepción votos 0
Me gustaría que los estudiantes entendieran la diferencia entre los impuestos, la deuda y la inflación, antes de que salieran de la escuela votos 0
Comunicar significa afirmar su necesidad del otro, reconocer que estamos en deuda con los demás y que somos dependientes de ellos para nuestra vida. votos 0
Sin jugar con la fantasía nunca a nacido ningún trabajo creativo. La deuda que tenemos a la obra de la imaginación es incalculable votos 0
Sin jugar con la fantasía nunca ha nacido ningún trabajo creativo. La deuda que tenemos a la obra de la imaginación es incalculable. votos 0
La vida no nos debe nada. Tal vez, si no tenemos presente esta pequeña verdad, nos conduciremos como si la vida nos pagara una deuda atrasada votos 0
Ser internacionalista es saldar nuestra propia deuda con la humanidad. Quien no sea capaz de luchar por otros, no será nunca suficientemente capaz de luchar por sí mismo votos 0
En esencia somos criaturas sociales. La idea de que uno puede empezar algo de la nada, libre del pasado o sin deuda alguna a otros, no podría estar más equivocada. votos 0
La deuda social exige la realización de la justicia social. Juntas, nos interpelan a todos los actores sociales, en particular al Estado, a la dirigencia política, al capital financiero, los empresarios, agropecuarios e industriales, sindicatos, las Iglesias y demás organizaciones sociales
Tenemos la costumbre de burlarnos de los intelectuales por su duplicidad hamletiana, por sus dudas e indecisiones. Yo, en mi juventud, despreciaba en mí todos estos rasgos. Ahora pienso diferente: la humanidad está en deuda con los indecisos y los dubitativos por sus grandes descubrimientos, por sus grandes libros