El primer beso de la madre enseña al niño el amor, el primer beso santo de la mujer que ama le enseña al hombre la esperanza y la fe en la vida, y el amor y la fe crean un deseo de perfección y el poder de llegar a él paso a paso, para crear el futuro, en fin, de la que el símbolo viviente es el niño, vínculo entre nosotros y las generaciones venideras - Giuseppe Mazzini