Mi alma huye de su mansión de arcilla, en una noche ventosa, con luna llena en que la mirada puede recorrer mundos de luz. Que ya no estoy, que nada hay, ni tierra, ni mar, ni cielo sin nubes, excepto un espíritu viajero en la inmensidad infinita. Votes: 42
La tierra que despierta un corazón humano al sentimiento, podría ser el centro de ambos mundos: cielo e infierno. Votes: 24